Nacido en El Astillero, Florencio Campo inició sus estudios de danza entre Maliaño, Santander y Madrid, donde comenzó su carrera profesional, a lo largo de la que ha trabajado con una miscelánea de lenguajes y artistas de variadas especialidades como Carmen Werner, Carmen Cortés, Orlando Britto, Rocío Molina o Angélica Lidell. Ha desarrollado una intensa trayectoria y proyección nacional en compañías como las de Antonio Canales o Merche Esmeralda y en 1996 co-fundó Arrieritos y en la que realizó labores de dirección, coreografía e interpretación hasta su disolución en el año 2018. «Fue una experiencia irrepetible y una época muy enriquecedora para todos los que formábamos parte de ella porque aprendíamos los unos de los otros, nos admirábamos y sabíamos que juntos éramos más fuertes. Nuestra línea de trabajo era básicamente hacer lo que necesitábamos hacer en cada momento», explica. En 2019 cursa el Máster de Dirección de Proyectos Culturales en La Fábrica, Madrid, un bagaje que le servirá para poner en marcha todos esos proyectos que quiere llevar a cabo en Cantabria